Boletín de Prensa
ELEGIR ESPACIOS LIBRES DE HUMO DE TABACO ES ELEGIR CUIDARSE

ELEGIR ESPACIOS LIBRES DE HUMO DE TABACO ES ELEGIR CUIDARSE

EFECTOS DEL TABACO SOBRE LA SALUD

Las enfermedades relacionadas al consumo del tabaco y los costos que significan para los programas de salud son uno de las razones más significativas para generar un pacto para garantizar la divulgación y el cumplimiento integral de las normas:

Enfermedades cardiovasculares:

El consumo del cigarrillo se relaciona aproximadamente a un 30 % de las muertes por enfermedad coronaria; la incidencia de padecer infarto agudo del miocardio es 3 a 6 veces mayor en fumadores de más de 20 cigarrillos diarios, comparándolos con los que nunca han fumado; la mortalidad por causas cardiovasculares en fumadores con un promedio de edad de 35 años es 1,63 veces más que en personas no fumadoras de la misma edad; un fumador sin riesgo car-diovascular fallece por lo general 3 años antes que un no fumador, y si tiene un alto riesgo de enfermedad cardiovascular el fallecimiento se produce entre 10 y 15 años antes que un no fu-mador; Los fumadores que han tenido infarto agudo del miocardio y que continúan fumando, tienen un riesgo de re-infarto del 22 al 47 % con respecto a la población general.

Enfermedades pulmonares:

Se estima que el 15 % de los fumadores desarrollan obstrucción al flujo aéreo de carácter signi-ficativo. El mecanismo propuesto es que los componentes del tabaco generan un disbalance proteasa – antiproteasa en el pulmón, dando como resultado la destrucción paulatina del pa-rénquima pulmonar e inflamación crónica del epitelio bronquial, con el consiguiente aumento de secreciones por la hipertrofia de las glándulas secretorias. La presencia de Enfermedad Pul-monar Obstructiva Crónica conlleva a la mayor limitación de la persona, mayor pérdida de días laborables, y mayor consumo de los servicios de salud, ya que en los estadíos finales de la en-fermedad sufren internaciones frecuentes por descompensaciones que requieren en muchos casos tratamiento domiciliarios crónicos, tales como oxigenoterapia y asistencia kinésica fre-cuentes.
Los fumadores tienen también mayor predisposición a padecer bronquitis agudas a repetición y síndromes gripales más fuertes que la población general. La formación de bronquiectasias por el mal manejo y reinfección continua de las secreciones predispone a padecer neumonías a repetición, debiendo en muchos casos requerir antibióticos por vía parenteral, aumentando de esta manera los costos hospitalarios.

Otra enfermedad pulmonar relacionada al consumo de tabaco es la Bronquiolitis Respiratoria asociada a enfermedad intersticial pulmonar, cuya sintomatología principal es la aparición de disnea acompañada por una función pulmonar que señala restricción leve o moderada e infiltrados reticulares o retículo-nodulillares bilaterales.

En cuanto al cáncer de pulmón, la relación paquetes/año (relación de la cantidad de paquetes por día y la cantidad de años que fuma) determina el riesgo de padecerlo en forma individual. Aquellos que fuman más de 40 cigarrillos diarios tienen un riesgo de 2 veces más de contraer una neoplasia pulmonar que los que fuman menos de 20 cigarrillos al día. Quienes comenzaron a fumar desde los 15 años tienen 4 veces más de probabilidad de tener cáncer pulmonar que los
que comenzaron a fumar a partir de los 25 años de edad. Uno de los mecanismos por los que el tabaco generaría cáncer de pulmón es por la gran diversidad de sustancias carcinogénicas que contiene, las que interfieren en la transcripción y mitosis celular. El cáncer de pulmón es la mayor causa de deceso prematuro, y los costos generados en cuanto a su diagnóstico y tratamiento son significativamente elevados.

Enfermedades sistémicas:

Hay evidencia suficiente que relacionan el tabaco con el desarrollo de otras neoplasias extrapulmonares.
La betanaftilamina, sustancia que contiene el tabaco, tiene asociación directa con la
producción de cáncer vesical, con un riesgo aumentado de 6 veces más de contraerlo que la población
general. Otros cánceres son de laringe, boca, estómago, páncreas y riñón.

Fumador pasivo:

El caso del fumador pasivo representa un grave problema comunitario, calculándose alrededor de 2 a 4 fumadores pasivos por cada fumador activo. El humo que desprende el cigarrillo se divide
en 2 componentes: el primero de ellos es el flujo lateral, que es aquel humo que surge de la
combustión directa del tabaco; al segundo se le llama flujo principal, que es el que exhala el fumador
activo. Es importante destacar que el tabaco contiene más de 4000 productos distintos,
de los cuales alrededor de 40 son carcinogenéticas. El humo de flujo lateral contiene mayor concentración
de dichas sustancias, ya que surgen de la combustión de tabaco que aún no ha sido
filtrado. El flujo principal también contiene altas concentraciones de sustancias, pero algo menos
que el flujo lateral. De lo anteriormente mencionado se concluye que el fumador pasivo también
está expuesto a padecer cualquier enfermedad relacionada al tabaco. Muchos estudios han demostrado
un aumento sustancial en la morbimortalidad general de los fumadores pasivos con
respecto a la población general. Tienen mayor incidencia de padecer neumonías a repetición e
infecciones canaliculares frecuentes, dependiendo la severidad de la cantidad de fumadores con
los que se convive. Síntomas tales como la tos crónica son habituales en los fumadores pasivos.

Tabaquismo y embarazo:

Según estadísticas recientes, sólo el 20 al 30 % de las mujeres embarazadas y que fumaban antes del embarazo, abandonan el cigarrillo. Esto se traduce en consecuencias muchas veces no deseables, tanto en la etapas perinatal como neonatal. Las consecuencias inmediatas son el
bajo peso al nacer, mayor probabilidad de distress respiratorio y mayor probabilidad de requerir oxígeno en las primeras horas de vida, haciendo que el recién nacido pase más tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Hay otras consecuencias, muchas de ellas a largo plazo, como el bajo aprendizaje en la escuela primaria y mayor posibilidad de padecer trastornos psiquiátricos.

El tabaquismo y la salud infantil:

Los niños están expuestos a muchos constituyentes del cigarrillo desde la vida uterina, a través de la leche materna y a través de la inhalación directa. La cotinina, metabolito de la nicotina, se halla en concentraciones elevadas en el feto, casi al 90 % de la concentración sérica materna. Aunque no se ha podido relacionar aún la incidencia del asma bronquial en los infantes expuestos al humo del tabaco, sí se han podido asociar directamente muchas enfermedades respiratorias, tales como tos crónica, sibilancias, infecciones respiratorias a repetición y apneas obstructivas del sueño. También hay una mayor incidencia de muerte súbita antes del 1er año
de vida.

Salud Sogamoso E.S.E. #SomosVidaProtegemosTuSalud

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